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martes, 10 de diciembre de 2013

GERIATRÍA Y GERONTOLOGÍA

CAÍDAS EN ANCIANOS VÁLIDOS INSTITUCIONALIZADOS, PREVALENCIA Y PERFIL 

Begoña Pellicer García, Dr. Raúl Juárez Vela, David Delgado Sevilla, Luis Carlos Redondo Castan, Blanca Martínez Abadía, Dr. Enrique Ramón Arbués: Grado en Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad San Jorge (Zaragoza).

Campus Universitario  Villanueva de Gállego - Autovía A-23 Zaragoza-Huesca, km. 299. CP: 50830
(Zaragoza).

Resumen:
Objetivo. Estimar la prevalencia de caídas en personas mayores de 65 años institucionalizadas y conocer el perfil de aquellas que las sufrieron en los últimos 12 meses. Método. Se realizó un estudio descriptivo-trasversal. Los instrumentos que se utilizaron fueron, el Mini-Examen Cognoscitivo (MEC-35 Lobo, 1979) y el Cuestionario de la OMS (1989) para el estudio de caídas en el anciano. Se recogieron las siguientes variables: edad, sexo, IMC, peso, talla, ayudas técnicas para la deambulación, miedo a caer, lugar de la caída, dificultad en acciones, tipo de calzado, momento de la caída, iluminación en el momento de la caída, objetos que la favoreciesen, tipo de caída y contacto con el sistema sanitario.
Resultados. El total de participantes en este estudio ascendió a 51 ancianos/as válidos e institucionalizados. En los últimos 12 meses, 21 individuos sufrieron una caída. Esto equivale a un 41,17% en ambos sexos, siendo un 61,91% en las mujeres y el 38,09% en varones. La media de IMC en el total de los participantes del estudio equivale a 26,6 kg/m2. Mediante el MCA, se observó cómo la variable sobrepeso sí está relacionada con sufrir una caída. En el test de Mantel-Haenszel se obtuvo que las mujeres de 85-90 años presentaban un 42% más de probabilidad de caerse. Los lugares con mayor prevalencia fueron todos dentro del centro con un 71,4%. Las mujeres manifestaron sensación de miedo a sufrir una segunda caída correspondiéndose al 84,6%, y en los varones un 75%. De los ancianos que sufrieron caídas, el 52,38% utilizaba ayuda técnica para deambular, frente al 47,61% que no lo hacía. El calzado más usado en el momento de la caída fue las zapatillas, en un 38,1%. La mayoría ocurría de mañana con un porcentaje del 47,6%; el 90,5% de las mismas tuvo lugar con una iluminación óptima, y en el 71,4% no había ningún objeto que la favoreciese. En el 66,7% de los casos producidos no se mantuvo contacto sanitario tras la caída, y el 52,4% no tuvo consecuencias físicas. Las mayores dificultades que se presentan en nuestros ancianos son correr y deambular.
Conclusiones. El registro de caídas ha permitido conocer la prevalencia que corresponde al 41,17% en ambos sexos. En general se trata de una mujer, con edad comprendida entre los 85 y 90 años, con un MEC-35 de 31,4 puntos, y un IMC de media de 26,6 kg/m2. Las caídas ocurren en el interior del centro, y los ancianos presentaron un elevado miedo a sufrirlas. El calzado utilizado eran las zapatillas, y sucedieron sin ayuda técnica para deambular. Las mayores dificultades que presentan son correr y deambular. La mayoría se produjo durante el trascurso de la mañana, con unas condiciones de iluminación óptimas y sin ningún objeto que hubiese favorecido dicha caída. La mayoría de ellas no presentó consecuencia inmediata, y no se acudió al sistema sanitario. Por tanto cabe pensar que las caídas podrían estar influenciadas por factores intrínsecos, pudiendo ser importante la pluripatología del anciano. Queda claro que el mobiliario de la institución no es un factor determinante, aunque la mayor prevalencia ocurre en el interior de la residencia, pero se ha observado que los ancianos pasan su mayor parte de tiempo dentro del centro. Nos encontramos ante un problema de salud pública, puesto que el sistema sanitario de nuestro país no posee una estimación precisa en cuanto a la prevalencia de caídas sobre la población anciana.
Palabras clave: ancianos, caídas, prevalencia, factores de riesgo, consecuencias.

viernes, 30 de agosto de 2013


Begoña Pellicer García, Raúl Juárez Vela, David Delgado Sevilla, Luis Carlos Redondo Castán, José Ramón Martínez Riera, Emmanuel Echaniz Serrano
Cargo:
1 Graduado/a en Enfermería por la Universidad San Jorge (Zaragoza).
2 Profesor. Universidad de San Jorge (Zaragoza). Asociación de Enfermería Comunitaria. Vocal Aragón.
3 Vicedecano Grado en Enfermería. Universidad San Jorge (Zaragoza).
4 Profesor Titular. Facultad Ciencias de la Salud. Universidad de Alicante.


Resumen:

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el maltrato como “un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza”. Para la sociedad es difícil comprender que este hecho pueda ocurrir, y en la población anciana no suscita la misma atención social como cuando se perpetra en la población infantil, sin embargo, su prevalencia es similar.
Los cambios sociales y económicos han contribuido a debilitar las redes familiares y comunitarias. Los equipos multidisciplinares que atienden a la población anciana están
obligados a notificar e intervenir con las autoridades correspondientes, velando por los derechos humanos y fundamentales de los ancianos y proveer sus cuidados.
La prevalencia de sospecha de maltrato en ancianos ronda en torno al 11,9%. Los presuntos perpetradores de estos malos tratos suele ser la propia familia de la víctima, ocurriendo en el domicilio familiar. Es un problema de gran magnitud, el cual no se puede ni se debe ignorar. Una gran limitación que se nos presenta es la inexistencia de escalas validadas, directas para diagnosticar un maltrato en los ancianos. La profesión enfermera tiene un papel importante en la detección del abuso, no solamente mediante la observación y valoración, sino además de reconocimiento por medio de entrevista tanto al paciente, cuidador como al entorno para determinar factores que puedan constituir un riesgo. La prevención tiene que orientarse hacia la familia, comunidad y entorno. La población ha de conocer los recursos disponibles y existentes.
Creemos que, con la posesión de la escala y junto con nuestros conocimientos y actitudes como profesionales de enfermería, nuestras actuaciones serán mucho más efectivas que en la actualidad.

Palabras clave: abusos; anciano; maltrato; prevalencia;

Título inglés:
Nursing action in the face of elder abuse


Abstract:

Nursing action in the face of elder abuse
World Health Organization (WHO) has define abuse as "a single, or repeated act, or lack of appropriate action, occurring within any relationship where there is an expectation of trust which causes harm or distress to an older person". Occurrence of such events is hard to understand by the community and, in elder population it does not result in the same social concern as in child abuse. Its prevalence is, however, similar.
Social and economical changes have contributed to current weakness of family and community supporting nets. Multidisciplinary care teams for elderly people must report abuse to authorities and intervene to preserve elderly fundamental rights and human rights and to provide appropriate care.
Prevalence estimation of suspected abuse in elderly people is about 11.9%. Most common suspected abuse perpetrators are victim's family members themselves, at home. This is an issue of great magnitude not to be neglected. Lack of validated direct scales allowing to diagnose elder abuse is a significant limitation. Nurses play a significant role in abuse detection, not only by means of observation and assessment, but also through interviews with patients, caregivers and other related individuals to recognize and assess potential risk factors. Prevention should be focused on family, local community and immediate surroundings. Lay people should be aware of available and existing resources.
We feel that availability of an appropriate scale added to our understanding and attitudes as nurses would make our current actions much more effective.

Key Words: abuse; elder person; prevalence;


David Delgado Sevilla*, Raúl Juárez Vela*, Begoña Pellicer García*, Emmanuel Echaniz Serrano*, Luis Carlos Redondo*, José Manuel Granada*, y Ricardo Villarroya Villagrasa**.
*
Grado en Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad San Jorge (Zaragoza).
**
Profesor Asociado de Estancias Clínicas. Universidad San Jorge (Zaragoza).


RESUMEN:
Cada vez más, España se está convirtiendo en un país envejecido, lo que, a largo 
plazo conllevará una importante demanda de cuidados por parte de los 
profesionales sanitarios.
Una de las principales formas de establecer esos cuidados es a través de la prevención. 
La nutrición juega un papel fundamental en nuestro organismo, es el proceso 
que nos proporciona la energía y los nutrientes para desarrollarnos, pero también para 
defendernosde enfermedades. Las úlceras por presión y la nutrición están 
estrechamente unidas, aunque tradicionalmente no se le ha dado la importancia requerida. 
Es fundamental una correcta valoración del estado nutricional del paciente y de la lesión 
para poder establecerun correcto plan terapéutico nutricional que satisfaga sus 
necesidades calórico-nutricionales, y así poder reducir el tiempo de curación de la lesión, 
y ganar en calidad de vida.

PALABRAS CLAVE:
nutrición, paciente, úlcera, prevalencia, malnutrición, enfermería, tratamiento.

ABSTRACT:
In the future, Spain will become an aged country, so, aged people will need more
health care professionals. Prevention is one of the main ways for giving these cares. 
Nutrition has a very important role in our body, because, this is the process that gives 
us all energy and nutrients for growing and developing. So, a correct nutritional condition
help us against diseases. Pressure ulcers and nutrition are closely linked, although 
traditionally nutrition doesnʼt the requiredimportance. In order to get a correct 
nutritional assessment for nutritional patient condition, we may establish a dietetic 
and conformed plan. These measures will reduce curation time, and patients will have 
more life quality.

KEY WORDS:
nutrition, patient, sore, prevalence, malnutrition, nursing, treatment.

martes, 11 de junio de 2013

LOS TRASTORNOS DIGESTIVOS MÁS FRECUENTES EN LA POBLACIÓN ANCIANA

REVISTA ROL DE ENFERMERÍA


"LOS TRASTORNOS DIGESTIVOS MÁS FRECUENTES EN LAS PERSONAS ANCIANAS"

AUTORES:

Raúl Juárez Vela, Enrique Ramón Arbués, Blanca Martínez Abadía, Begoña Pellicer García, David Delgado Sevilla: Grado en Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad San Jorge (Zaragoza).
Mª Pilar Abadía Pardo: Médico de Familia. Servicio Aragonés de Salud.
 
Atención Primaria Sector Zaragoza I.
Universidad San Jorge Campus Univeristario Villanueva de Gállego. Autov. A-23 Zaragoza - Huesca, Km 299 50.830 Villanueva de Gállego. Zaragoza


RESUMEN:

El envejecimiento constituye una etapa con diversos cambios y modificaciones fisiológicas. Se trata de un proceso progresivo, dinámico e irreversible. Las personas ancianas son seres frágiles, pluripatológicos, y polimedicados. El 40% de la población mundial presenta indigestión. Los trastornos digestivos más frecuentes son: el estreñimiento, la disfagia y la dispepsia, alcanzando cotas de prevalencia en torno al 25%, 30% y 25% respectivamente. La actividad principal del profesional de enfermería radica en realizar una adecuada valoración del paciente, y ofrecer una educación sanitaria en relación a hábitos higiénico-dietéticos, con el fin de reducir la ingesta de fármacos y aumentar la calidad de vida de nuestros ancianos. No debemos de olvidar que el entorno familiar juega un rol fundamental para el tratamiento de estos trastornos.


PALABRAS CLAVE: Anciano, prevalencia, estreñimiento, dispepsia, disfagia, cuidados de enfermería.

http://www.e-rol.es/articulospub/articulospub_paso3.php?articulospubrevista=36%2805%29 itemrevista=342-347#  



domingo, 28 de abril de 2013

Les presentamos Activity Book, un libro en el que se incluyen ejercicios relacionados con el cuidado de la persona anciana, en el que nos presenta una reseña y finaliza con cuestiones para resolver por los profesionales de la enfermería: ACTIVITY BOOK, publicado por el Dr. Raúl Juárez Vela.



Pellicer García, Begoña

sábado, 11 de agosto de 2012

CUIDADOS DE ENFERMERÍA EN UN ANCIANO PORTADOR DE SONDA VESICAL:

El objetivo como enfermeras/os en un anciano que es portador de sonda vesical es mantener una correcta manipulación y permeabilidad de la sonda . Con ello, vamos a disminuir y evitar el riesgo de infección.

Es importante mantener una correcta higiene genital . Existen algunas diferencias entre la higiene en las mujeres con respecto a los varones.

Para ello, la ducha debe ser diaria, y siempre con la sonda conectada a la bolsa recolectora.

El lavado de genitales debe realizarse con agua y jabón, unas dos veces al día. Observaremos que el meato urinario está libre de exudaciones, con ello se evitarán la uretritis (proceso inflamatorio que afecta a la uretra).

El lavado en los varones debe realizare retirando el prepucio, realizar la limpieza y secado en el glande. A continuación, colocaremos el prepucio en su posición normal para evitar que aparezca parafimosis.
En la mujer, el lavado se realiza del clítoris a la región perianal.
Es muy recomendable que la sonda esté fijada a la extremidad inferior (muslo cara anterior en el varón y cara interna en la mujer) para evitar tirones, acodamientos y el deslizamiento de la propia sonda.
Utilizar siempre un sistema colector cerrado, con válvula de vaciado y, si es posible, antirreflujo. Puede tener dispositivo para la toma de muestras.
Nunca elevar la bolsa recolectora por encima del nivel de la vejiga, así evitaremos el paso ede orina de la bolsa a la vejiga. Con ello, evitamos infecciones por arrastre  y reflujo de orina.

Como enfermeros, debemos observar frecuentemente que el drenado de la orina es continua y las características de la orina son normales.
Comprobar que no hay acodamientos en los conductos.
Realizar lavados vesicales, son suero fisiológico, de esta forma comprobaremos que no existen obstrucciones. En caso de obstrucción procederemos a realizar el cambio de sonda.

INFORMACIÓN A CONOCER DURANTE EL CAMBIO DE SONDA VESICAL:
  • En todo momento debemos preservar la intimidad a la persona.
  • Informaremos al paciente de los motivos del cambio de sonda y explicaremos el procedimiento a realizar. Solicitaremos la colaboración del paciente.
  • Colocar al paciente en posición adecuada. En el hombre, en decúbito supino con las extremidades inferiores ligeramente separadas. En la mujer, en decúbito supino con las extremidades inferiores ligeramente flexionadas y separadas (posición ginecológica).
  • Deshinchar el balón aspirando totalmente el contenido.
  • A continuación retirar suavemente la sonda. Si encontramos resistencia o el paciente refiere dolores :
    • Comprobar que se vació completamente el balón.
    • Rotar la sonda y repetir la técnica descrita. Si la sonda cede y no progresa en su salida, avisaremos al médico.
    • En caso de tener que sondar por retención aguda:
    • Realizar la técnica de sondaje según el protocolo.
    • Dejar que drene la herida entre 300 y 400 cc y pinzar la sonda.
    • Repetir la operación cada 20 minutos, hasta terminar el drenaje.
    • Asegurarse de que el paciente y su familia tienen la información necesaria y suficiente que garantice el correcto manejo de la sonda vesical y de las diferentes situaciones que se pueden presentar.
    • Anotar en los registros de enfermería y los cuidados prestados.
    • Las complicaciones detectadas.
    • Entregar hoja informativa de las recomendaciones para el autocuidado a los pacientes que vayan o estén en su domicilio con sonda vesical.
    • Anotar la fecha de colocación, retirada o cambio de la sonda.

Pellicer García, Begoña
BIBLIOGRAFÍA:

Hospital Universitario Reina Sofía. Manual de Protocolosy procedimientos generales de enfermería. 3ª edición. Córdoba 2.001.
Sociedad Española de Urología. http://www.aeu.es/enfermeria.aspx

jueves, 22 de marzo de 2012


CUIDADOS PALIATIVOS:

Sociedad Española de Cuidados Paliativos.
Programa de Cuidados Paliativos de Aragón.

Los cuidados paliativos son cuidados que desarrolla un quipo multidisciplinar, cuyo objetivo es: la promoción de unos cuidados eficientes y con calidad hacia los enfermos que se encuentran en fase terminal con un pronóstico de vida inferior a 6 meses.
La enfermedad terminal hace referencia a una enfermedad avanzada e incurable, en la que hay una falta de respuesta del enfermo hacia el tratamiento, generando un impacto emocional tanto para el enfermo como para la familia.

OBJETIVOS a conseguir por los profesionales de  especialistas en cuidados paliativos son: 
  • Generar el máximo confort al paciente y a la familia.
  • Realizar cuidados integrales abarcando las esferas físicas, psiquicas, emocionales y espirituales tanto del paciente como de la familia.
  • Controlar el ambiente del paciente, generar una buena comunicación del proceso enfermedad entre profesionales, paciente, y familia.
  • Promover técnicas de relajación y tranquilizadoras.
  • Promover la máxima comodidad en el paciente.
  • Control de los síntomas, reconocerlos, evaluarlos y tratarlos ya que inciden de manera directa sobre el paciente y la familia.
  • Generar clima de confianza, dando apoyo emocional al paciente y la familia.
  • Tratamiento sobre el dolor, utilizando las escalas analgésicas.
  • Tratar los síntomas digestivos (anorexia, vómitos, nauseas, estreñimiento, diarrea).
  • Mantener una alimentación y nutrición adecuada en el paciente.
  • Tratamiento de síntomas respiratorios (disneas, estertores, etc.).
  • Mantener una correcta higiene y limpieza bucal en el paciente.
  • Intercambio de información, sentimientos, o pensamientos entre paciente - profesional - familia.
  • Atención cercana y empatía hacia familia. 
  • Ayuda emocional durante el proceso de duelo. 
  • Atención domiciliaria integral.
En nuestra comunidad autónoma (Aragón) contamos con  la Sociedad Aragonesa de Cuidados Paliativos (CURSIRAR) detinados a proporcionar al paciente y 
a sus cuidadores la mejor calidad de vida.

"LA ENFERMERÍA NO SÓLO ES CURAR, 
TAMBIÉN ES CUIDAR".

CUIDADOS PALIATIVOS
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Pellicer García, Begoña. 

BIBLIOGRAFÍA: 

Guía de Cuidados Paliativos. Sociedad Española de Cuidados Paliativos. Disponible en: http://www.secpal.com/guiacp/index.php

Antón Torres A, Ramón Ara Callizo J, Berasategui Urruticoechea B, Bujedo Rodríguez F. (et al.) Programa de Cuidados Paliativos de Aragón, Departamento de Salud y Consumo Gobierno de Aragón. Zaragoza 2009. Disponible: http://www.cusirar.com/panel/uploads/Programa_Cuidados_Paliativos_Aragon_032009[1].pdf




miércoles, 21 de marzo de 2012


NIVELES ASISTENCIALES EN GERIATRÍA:

En la actualidad disponemos de diferentes niveles asistenciales cuyo objetivo es garantizar una asistencia sanitaria óptima a la población anciana. En los diferentes niveles asistenciales es importante una valoración geriátrica global adecuada individualmente a las carácterísticas del paciente.
    • Unidades Geriátricas de Agudos.
    • Unidades Geriátricas de Media Estancia.
    • Hospital de Día Geriátrico.
    • Hospitalización Domiciliaria.

  • UNIDAD GERIÁTRICA DE AGUDOS: es el nivel de asistencia hospitalaria en la población geriátrica que padece un proceso agudo. El objetivo es evitar las posibles complicaciones que conlleva la hospitalización que pueden derivar una dependencia de cuidados en el anciano. El equipo multidisciplinar en las unidades geriátricas de agudos lo forman: 
 
    • Médicos / médicos especialistas en geriatría.
    • Enfermeras especialistas en geriatría.
    • Enfermeras generalistas.
    • Trabajadores sociales.
    • Médicos Rehabilitadores.
    • Fisioterapeutas.
    • Terapeutas ocuapacionales.
    • Auxiliares de enfermería.
    • Etc.

  • UNIDADES GERIÁTRICAS DE MEDIA ESTANCIA: se encarga de la atención de pacientes geriátricos diagnosticados previamente y que se encuentran en riesgo de perder su independencia. El tratamiento que reciben estos pacientes no puede realizarse de forma ambulatoria. El objetivo es que el paciente geriátrico mantenga o recupere su independencia en las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) aplicando tratamiento rehabilitador y control y seguimiento de su patología.
  • HOSPITAL DE DÍA GERIÁTRICO:  se encargan de la atención de la población geriátrica de forma ambulatoria. Aplican tratamiento y seguimiento (médico o de enfermería) incluido el tratamiento rehabilitador. El objetivo de este nivel asistencial es tratar y rehabilitar un deterioro funcional reversible (de forma leve). El número de visitas hospitalarias oscila alrededor de 2 - 3 visitas semanales.
  • HOSPITALIZACIÓN DOMICILIARIA: encargador de administrar una asistencia integral domiciliaria.  Los objetivos son mantener al paciente en la comunidad y en su entorno en el mejor su salud aunque padezca enfermedades crónicas y/o generadoras de invalidez. Los pacientes son los ancianos frágiles o pacientes geriátricos que les imposibilita acudir a  consultas ambulatorias, y que requieren de un control periódico.   



Pellicer García, Begoña.

BIBLIOGRAFÍA:
Fernández Fernández M, Solano Jaurrieta J J. NIVELES ASISTENCIALES EN  GERIATRÍA. Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Disponible en: http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&sqi=2&ved=0CDIQFjAA&url=http%3A%2 %2Fwww.segg.es%2Fdownload.asp%3Ffile%3D%2Ftratadogeriatria%2FPDF%2FS35-05%252006_I.pdf&ei=axBpT76gEcKf0QXx2ZD1CA&usg=AFQjCNFDqeYY_3Bm9p7w0WM4G8owq_hYJA&sig2=2ShmdqSNHGEOPDUEqfL8Sg

martes, 20 de marzo de 2012


EDUCACIÓN SANITARIA Y PREVENCIÓN EN EL MALTRATO HACIA LA POBLACIÓN ANCIANA:

Protocolo de actuación contra el maltrato a las personas mayores.

Malos tratos a los ancianos.

El maltrato es una neglicencia, violencia o maltrato hacia las necesidades de una persona en los aspectos físicos, psiquicos y afectivos.

"Cualquier acto u omisión que produzca daño, intencionado o no, practicado sobre personas de 65 y mas años, que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional, que vulnere o ponga en peligro la integridad física, psíquica, así como el principio de autonomía o el resto de los derechos fundamentales del individuo, constatable objetivamente o percibido subjetivamente". (1)


El maltrato en la población anciana es una realidad que existente en nuestra sociedad, generando un daño en la calidad de vida del anciano y su bienestar. Pocas veces interponen denuncias, por tanto no se conoce una prevalencia del número de casos que se producen.

El perfíl del maltratador en el 50% de los casos es el cuidador principal y en un alto número de casos perteneciente al entorno familiar, como consecuencia del estrés que le genera por las responsabilidades.

El perfíl de la persona maltratada en el 80% de las casos ocurren en el sexo femenino, tambien la cifra aumenta por la longevidad en la mujer.

Hay que diferenciar diferentes TIPOS DE MALTRATO:
  • Maltrato físico: agresiones físicas y lesiones corporales.
  • Maltrato psicológico: forma verbal y no verbal, cusando miedos, angustia, humillación, etc.
  • Maltrato sexual: contacto o insunuaciones sexuales no consentidas.
  • Explotación financiera:  inapropiación ilegal de propiedades y recursos.
  • Maltrato farmacológico: administración inadecuada de fármacos sedantes.
  • Abandono: rechazo y desatención de las necesidades del anciano ya sea de forma voluntaria o pasiva.
  • Violación de los derechos: vulneración de los derechos fundamentales y libertad  de la persona.
  • Maltrato social: discriminación al grupo social, por ejemplo la vejez.
  • Maltrato institucional: "omisión procedente de los poderes públicos o privados, o derivados de la actuación individual del profesional de estos que conlleve abuso, negligencia o detrimento de salud, de la seguridad, del estado emocional o del estado de bienestar físico, o que los derechos de las personas mayores no sean respetados".(2)
Cualquier tipo de maltrato va a generar diversos SÍNTOMAS que puede manifestar el anciano:
    • Aislamiento físico, psicológico y social.
    • Depresión.
    • Ansiedad.
    • Baja autoestima.
    • Miedos y temores.
    •  Lesiones fisicas (fracturas, caídas, traumatismos, hematomas, etc.).
    • Pseudodemencias. 
    • Incontinencias urinarias y fecales.
    • Pérdida de peso.
    • Desnutrición.
    • Aumento de la utilización de la asistencia sanitaria.
    • Aumento del número de hospitalizaciones.
    • Etc.
Es importante realizar una prevención, DETECTAR las situaciones y signos de MALTRATO. La población debe CONOCER LOS RECURSOS disponibles que existen.
Como profesionales es necesario conocer, investigar el alcance real, para combatirlo con efectividad.
  • Realizar charlas, talleres para informar a la población anciana.
  • Realizar entrevistas para facilitar que el anciano exprese sus sentimientos.
  • Ofertar a la población y/o comunidad programas formativos sobre el envejecimiento.
  • Cooordinación multidisciplinar entre los diferentes profesionales.
  • Informar a la población de las instituciones tutelares existentes en la comunidad.
  • Realizar programas de ayuda emocional hacia el anciano maltratado.
  • Realización de protocolos de actuación en el ámbito sanitario para detectar casos de maltrato en la población anciana.  
  • Potenciar las relaciones intergeneracionales.
  • Informar de los recursos de apoyo disponibles

EL MALTRATO EN ANCIANOS

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(1)-(2):Martinoy i Camós J, Lacaba Sánchez F, Casadevall Barneda J M, Francisco-Busquets Palahi F, Pedrerol i Mas M, (Et all) PROTOCOLO DE ACTUACIÓN CONTRA EL MALTRATO A LAS PERSONAS MAYORES, 2007. Disponible en: http://www20.gencat.cat/docs/Adjucat/Documents/ARXIUS/Protocol_grancast.pdf


Pellicer García, Begoña

BIBLIOGRAFÍA:
Martinoy i Camós J, Lacaba Sánchez F, Casadevall Barneda J M, Francisco-Busquets Palahi F, Pedrerol i Mas M, (Et all) PROTOCOLO DE ACTUACIÓN CONTRA EL MALTRATO A LAS PERSONAS MAYORES, 2007. Disponible en: http://www20.gencat.cat/docs/Adjucat/Documents/ARXIUS/Protocol_grancast.pdf


Fernández Alonso M C. MALOS TRATOS A LOS ANCIANOS. Grupo de Salud Mental del PAPPS. Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Disponible en: http://www.semfyc.es/pfw_files/cma/Informacion/modulo/documentos/ancianos.pdf



LA INCONTINENCIA URINARIA EN LA POBLACIÓN ANCIANA:

Valoración enfermera de la incontinencia urinaria (IU).

La incontinencia urinaria es la pérdida inconsciente e involuntaria de orina, es un frecuente problema en las sociedad, mayormente afecta a las mujeres y a la población anciana.
Esta patología afecta psicológicamente y socialmente a la persona que la padece. 

La prevalencia en las personas mayores de 65 años (no institucionalizados) oscila alrededor del 15%, aumentando hasta un 60% en pacientes institucionalizados.

Existen diferentes tipos de incontinencia urinaria:
  • Incontinencia urinaria transitoria: en una incontinencia urinaria reversible. Puede ser ocasionada por delirios, vaginitis, fármacos (sedantes, diuréticos, antagonistas del calcio, etc), trastornos endocrinos, inmovilidad, etc.
  • Incontinencia urinaria de urgencia: es la más prevalente en la población geriátrica. Existe una alteración y/o afectación del músculo detrusor.
  • Incontinencia urinaria por rebosamiento: producida por grandes volúmenes de orina en la vejiga, que ejercen presión uretral, existiendo a su vez una disfunción del músculo detrusor. Tiene una mayor prevalencia en la población masculina con patología prostática.
  • Incontinencia urinaria de estrés o de esfuerzo: se produce por un aumento de la presión intraabdominal (tos, estornudos, la risa, etc.).
  • Incontinencia urinaria funcional: cuando existen limitaciones musculoesqueléticas para acceder al WC.
  • Incontinencia urinaria neurógena: incontinencia producida por trastornos o afectaciones neurológicas (ACV, parkinson, esclerosis múltiple, traumatismos craneoencefálicos, espina bífida, etc.).
Como enfermeros debemos realizar una VALORACIÓN INDIVIDUALIZADA DE LAS NECESIDADES de cada paciente, ya que es una patología que genera un elevado gasto sanitario.

Es importante realizar una adecuada ANAMNESIS anotando el momento y la frecuencia de aparición de la incontinencia urinaria. Anotaremos la medicación habitual o diaria que el paciente toma. 
Realizaremos una EXPLORACIÓN FÍSICA Y NEUROLÓGICA sobre el paciente, mediante escalas de valoración exploraremos al paciente, con las escalas de Folstein, Mini-exámen Cognoscitivo de Lobo, Pfeiffer, etc.
Petición de PRUEBAS COMPLEMENTARIAS a determinar depenciendo de las carácterísticas del paciente, (cultivos, analítica de orina, etc.).
Realizar un adecuado DIAGNÓSTICO sobre la población anciana que padece algún tipo de incontinencia urinaria.
PLANIFICAR LAS ACTUACIONES  que vamos a implementar sobre los pacientes diagnosticados de incontinencia urinaria.
Indicaremos las MEDIDAS ADECUADAS a cada paciente sobre DISPOSITIVOS EXISTENTES.
INFORMAREMOS tanto al paciente como a la familia del sellado de recetas de los dispositivos prescritos.
Fomentaremos el APOYO PSICOLÓGICO tanto al paciente como a la familia.


LA INCONTINENCIA URINARIA:
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Pellicer García, Begoña

BIBLIOGRAFÍA:
Pérez Naranjo P M, Poyato Poyato F. VALORACIÓN ENFERMERA DE LA INCONTINENCIA URINARIA. Valoración útil para el uso de técnicas conductivas. Disponible en: http://centrodesaluddebollullos.es/Centrodesalud/Enfermeria/Documentacion%20Distrito/Documentos/Protocolos%20y%20Guias/VALORACION%20ENFERMERA%20DE%20LA%20INCONTINENCIA%20URINARIA.pdf