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domingo, 19 de febrero de 2012


VALORACIÓN DEL ESTADO NUTRICIONAL DEL ANCIANO.

Es un tema de gran repercusión en personas mayores de 65 años, y muchísimo más en las mayores de 80 años.
Atención Primaria debe valorar nutricionalmente al anciano, a través de un test llamado Mini Nutricional Assessment (MNA).
El texto nos informa de que los sanitarios muestran una escasa sencibilidad a los problemas de alimentación y nutrición del anciano.
También hay que saber diferenciar entre malnutrición y desnutrición, puesto que son dos conceptos diferentes:
  • Malnutricón: Es un déficit o desequilibrios de los nutrientes en relación con las necesidades metabólicas y tisulares.
  • Desnutrición: es la disminución de la ingesta de proteinas de elementos básicos, micronutrientes que producen energía.
Los dos conceptos van a dar alteraciones en órganos, tejidos y en la composición corporal de la persona anciana.


Los factores de riesgo que influyen en el estado nutricional la población anciana son los siguientes:
  • Desnutrición, pudiendo provocar la muerte por descompensación de las enfermedades que padecen.
  • Depresión.
  • Alcoholismo.
  • Bajo nivel cultural.
  • Soledad y/o aisalamiento socio-familiar.
  • Ancianos con 2-5 enfermedades de media, con la toma de 4-5 fármacos diarios.
  • Test de Barthel <80/100
  • Problemas de dentición.
  • Mala situación económica.
Si Atención Primaria  detecta estos factores en un anciano, se emplearán de herramientas para valorar nutricionalmente al anciano.
El test (MNA) que nos ofrece esta guía consta de 7 preguntas, y el máximo de puntos es 14, aunque después suman los puntos para obtener el incide de malnutrición que el máximo será de 30 puntos.
El test (MNA) clasifica en 3 grupos a la población anciana: normales, con riesgo y desnutridos.
  • Si al realizar el test a un anciano nos dá una puntuación por encima de 23,5 tendrá un estado nutricional satisfactorio. Se debería repetir el MNA pasados 3 meses en ancianos frágiles.
  • Si el resultado fuese de 17 a 23,5 tendríamos un riesgo de malnutrión. La enfermera debe realizar una historia dietética del anciano valorando (IMC, pantorrilla y antropometría). Se ayudará de entrevistas que realizará tanto al anciano, familia y/o cuidadores. Una vez obtenidos los resultados la enfermera debe implementar medidas para mejorar el estado nutricional del anciano. Debe realizar una exploración física valorando el aspecto, edemas y úlceras por presión.
  • Si el anciano está encamado se puede estimar el IMC por medio del talón rodilla (fórmula de Chumlea).
Para valorar nutricionalmente a un anciano no son necesarias grandes herramientas,en la mayoría de los casos (de desnutrición o malnutrición) son diagnosticados por Atención Primaria.

No nos debemos de olvidar que la mayoría de las  pensiones mensuales de los ancianos son precarias. Por tanto, es un factor que influye  en la correcta nutrición en el anciano. 

Pellicer García, Begoña.

BIBLIOGRAFÍA:
Benitez Rivero J. Manual de atención al ANCIANO DESNUTRIDO en el nivel primario de salud. Valoración en el Estado Nutricional del Anciano. 2011; cap. 5: pags 49-58. Disponible en:
http://www.nutrinfo.com/archivos/ebooks/manual_anciano.pdf











El envejecimiento en una  persona comienza nada más nacer. Es un fenómeno común a todas las personas. Es un proceso fisiológico. En que aparecen diversas modificaciones como son:
  • Físicas 
  • Morfológicas 
  • Psicológicas
  • Bioquímicas.
    Algunos autores consideran el envejecimiento como un “error en el código genético”.
    NO SE DEBE ASOCIAR ENVEJECER CON ENFERMAR.

    Cumplidos los 30 años, la piel y los músculos masticatorios pierden el 20% de su eficacia. En el paciente geriátrico aparecen los siguientes cambios:
    • Elevación del tiempo de deglución en las personas geriátricas
    • El habla, es una de las funciones que menos se resiente.
    • En la lengua hay una disminución del epitelio y atrofia papilar.
    • La función salival: en las mujeres se produce una disminución de la producción del salival después de la menopausia. Esto ocurre aproximadamente los 60 años, afectando al tono fonético y a la deglución de grandes alimentos.
    • Los dientes se van modificando de tamaño, forma y color por modificación de los propios tejidos dentarios. Se producen caries, pérdida de piezas dentarias, etc.
    •  Atrofia de epitelio en la mucosa bucal, disminuye la queratinización, el numero de  de células en tejido conectivo, aumento de sustancias intercelular y disminución del consumo de oxígeno. Puede producirse hiperqueratosis.
    • En el hueso alveolar se va reabsorbiendo, disminuyendo la altura y grosor de las trabéculas.  Adelgazamiento y aumento de la porosidad del hueso, existiendo una mayor probabilidad para las fracturas.

       Estos y más cambios dependen de factores genéticos:
      • Hereditarios y orgánicos → la diabetes.
      • Ambientales y nutricionales → hábitos alimenticios.
      • Económicos y sociales → no está financiado por sistema de salud pública.

    En el enlace a esta publicación se encuentra un estudio de investigación cuyo objetivo es describir los cambios bucales en los adultos mayores.  Determinar la relación entre sexo y alteraciones sistémicas con la aparición de cambios bucales en el adulto mayor.

    Los investigadores han observado a través de este estudio un mayor porcentaje de cambios bucales en las personas  mayores desdentadas totales. Tras analizar los resultados, llegan a las siguentes conclusiones:
    • Mayor número de cambios bucales en los ancianos desdentados totales.
    • Las mujeres, respecto a los hombres muestran mayores cambios bucales en la muestra de pacientes del estudio.
    •   Hay una relación directa entre alteraciones sistémicas y la presencia de cambios bucales.

    Pellicer García, Begoña

     BIBLIOGRAFÍA:
    Sáez Carriera R. Cambios bucales en el adulto mayor, 2007. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0034-75072007000400011&script=sci_arttext